Las series cómicas son como el postre, no son tan completas y nutritivas como el plato principal y cuando no se nos ofrece, pues no es para ponerse triste. Pero cuando lo hay (y es bueno) lo disfrutamos con una sonrisa en el rostro.
Disfruto de estos aperitivos regularmente por la tarde durante el descanso del trabajo, a esa hora series como Two and a half men y The Big Bang Theory hacen de la hora de comer un rato aun mas agradable. Por las noches suelo ver Los Simpson o 30 Rock antes de quedarme dormido.
Son series divertidas y ya. Series que si no veo un día, no pasa nada, ahí están al siguiente para desconectar el cerebro y soltar una que otra espontánea carcajada. No las necesito, pero se agradecen.
Una excepción a lo anterior es la serie que les quiero recomendar: Modern Family.
MF es un sitcom muy por encima del promedio con guiones que te harán miarte de la risa y una elección de casting que raya en lo perfecto.
MF va de tres familias que están unidas por lazos de sangre. Una pareja de homosexuales que adopta a una bebe asiática, una familia “cliché” norteamericana de cinco miembros y por ultimo un hombre pasado de años casado con una colombiana mucho mas joven… y deliciosa, que a su vez tiene un hijo americo/colombiano.
Como ven la trama gira en torno a familias “modernas” y sus aventuras y desventuras de todos los días. Cada una de estas familias tiene a ‘ese’ personaje entrañable que te hará reír más que los demás. En el caso de la familia gay ese es Cameron, cuyo personaje de homosexual extravagante es sin duda uno de los pilares cómicos de la serie. Por otro lado, en la familia “típica” tenemos a Phil, padre de familia hiperactivo y bonachon que termina haciendo reír por ser el personaje mas despistado e inocente, aunque por otro lado, un tanto pervertido. Y como no sacar esa parte pervertida cuando uno tiene de suegra a Sofia Vergara, que hace un excelente papel como latina un poco loca y escandalosa. Aunque en esta ultima familia el que se lleva el primer lugar en risas es su hijo, Manny, que viene a ser como un adulto chapado a la antigua atrapado en el cuerpo de un niño de doce años.
Es la única serie cómica que sigo a como va saliendo en Estados Unidos. Así que me toca sufrir esos descansos que suelen tomar las series americanas de hasta dos semanas para lanzar el próximo capitulo. Ahora están cerca de terminar su tercera temporada y ya renovaron contrato por una cuarta y eso nos hace más que felices tanto a mi esposa (asidua fan) como a mí.
En pocas palabras y volviendo a la analogía con la que empecé: Si no tienen de este postre en el restaurante, yo mando llamar al chef para reprenderlo educadamente, mientras de manera furtiva le coloco una patada tan dura en los testículos que incluso Roberto Carlos en sus mejores tiempos envidiaría.
