domingo, 1 de marzo de 2009

Reseña de: "El Luchador"



Mickey Rourke me recuerda a John Travolta, un actor que tuvo sus años de gran fama para después seguir una temporada larga en el olvido tanto de productores como de los cinéfilos. Para Travolta el exitoso regreso se vio materializado con Pulp Fiction en los noventas, para Rourke tardó un poco más en llegar pero quizá la espera haya valido la pena porque su regreso probablemente sea más fuerte que el del protegido de Tarantino.

Después de verse obligado a actuar en películas al lado de actores de la talla de Jean Claude Van Damme y Denis Rodman y de aparecer en videos de Enrique Iglesias, Rourke regresa con un papel principal que le vale la nominación a un Oscar por mejor actuación en una película nominada para ser la mejor del año.

Rourke interpreta a RandyThe RamRobinson, un luchador que ya vio pasar sus mejores tiempos durante los ochentas y ahora sobrevive en el siglo XXI presentándose en eventos luchisticos de tercera y trabajando en un super mercado. Después de darse cuenta que su cuerpo ya no da para seguir luchando, el Ram decide rehacer su vida y dejar la soledad que hasta el momento era lo único que lo acompañaba, así que trata de volver a tener contacto con su hija y de formar una relación con una bailarina exótica (Marisa Tomei).

La actuación de Rourke puede ser la mejor de su carrera pero no llega a ser épica. Sin embargo, está lo suficientemente bien lograda como para hacernos compadecer del pobre Randy y sentir esperanza por que las cosas se solucionen para él.

La historia es triste y emotiva y no deja de ser entretenida en ningún momento, tanto así que cuando estaba a punto de terminar no creía que ya hubieran pasado más de dos horas. La ambientación en los cuadriláteros también llaman la atención y aunque no soy para nada un fanático de la lucha libre (de hecho la considero boba) si me pareció por demás interesante la interacción de Randy con otros luchadores en los camerinos y dentro del ring. Ya metidos en eso, las peleas son filmadas tal y como son en los espectáculos de poca monta con el afán de atraer la atención y el dinero del público: duras y sangrientas.

Pero no todo es dulce miel. Si, la película es redonda y satisfactoria pero hasta ahí. Al verla no pude dejar de tener esa sensación de estar viendo una propuesta cualquiera sobre el deportista perdedor que tiene una última oportunidad de redimirse tipo Cinderella Man o Rocky Balboa y ni siquiera ver a la Tomei topless cada quince minutos hizo que esa sensación disminuyera.

En resumen, El Luchador es una película que vale la pena ver y disfrutar pero no es una que se deba reverenciar ni poner en un altar (como ya muchos críticos están haciendo) porque no tiene nada que no se haya visto ya en repetidas ocasiones.

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